viernes, 5 de agosto de 2016

DE ANTOLOGÍA




ESTA RESPUESTA DE MONSEÑOR FELLAY ES PARA EL BRONCE, PARA SER TENIDA SIEMPRE PRESENTE COMO UN VERDADERO MONUMENTO A LA AMBIGÜEDAD, A LA "CORRECCIÓN POLÍTICA" Y A LA DIPLOMACIA MUNDANA:

« Sobre el Concilio, cuando se me hizo la pregunta: “¿Pertenece el Vaticano II a la Tradición?” Le dije: “Quisiera esperar que así fuera” » (Mons. Fellay "aclarando" sus palabras a CNS acá

OTRA PERLAS MEMORABLES EN LA MISMA AUTO ENTREVISTA:

« Hoy en día, en Roma, algunos consideran que una comprensión diferente del Concilio no es determinante para el futuro de la Iglesia, porque la Iglesia no es solo el Concilio. De hecho, la Iglesia no se limita solo al Concilio, ella es mucho más grande. Por lo tanto, hay que dedicarse a resolver problemas mayores. »

« ¡Todavía no estamos de acuerdo doctrinalmente, y sin embargo el Papa quiere reconocernos! ¿Por qué? La respuesta es ésta: hay problemas tremendamente importantes en la Iglesia de hoy. Debemos hacer frente a estos problemas. Debemos dejar de lado los problemas secundarios y hacer frente a problemas mayores. »

« Por supuesto, esto no elimina todos los problemas, y todavía hay graves dificultades en la Iglesia: el ecumenismo, Asís, la libertad religiosa… pero el contexto está cambiando; y no sólo el contexto sino la situación misma… Yo distinguiría entre las relaciones exteriores y la situación interna. Las relaciones con el mundo exterior no han cambiado todavía, pero lo que sucede en la Iglesia, las autoridades romanas están tratando de cambiarlo poco a poco. Obviamente, todavía sigue existiendo un desastre mayor, debemos ser conscientes, y no decimos lo contrario, pero también hay que ver lo que se está haciendo. » 

« Lo que está pasando en estos días muestra claramente algunos de nuestros puntos débiles frente a los peligros que se han creado por la situación en la que estamos. Uno de los principales peligros es inventar una noción de la Iglesia que parece ideal, pero que no se sitúa de hecho en la verdadera historia de la Iglesia. Algunos argumentan que para trabajar “con seguridad” en la Iglesia, en primer lugar, ésta debe limpiarse de todo error. Esto es lo que se dice cuando se afirma que Roma debe convertirse antes de cualquier acuerdo, o que los errores deben ser primero removidos para que podamos trabajar. Pero esta no es la realidad. Basta con mirar el pasado de la Iglesia; a menudo y casi siempre, vemos que hay errores difundidos en la Iglesia. Ahora bien, los santos reformadores no la abandonaron para luchar contra estos errores. »

« En tiempos de los arrianos, los obispos trabajaron en medio de los errores para convencer de la verdad a los que estaban equivocados. No dijeron que querían estar fuera, como algunos dicen ahora. (...) El Evangelio compara al cristiano con la levadura, ¿y queremos que la masa crezca, sin que estemos dentro de la masa? »

« En esta situación, presentada por algunos como una situación imposible, se nos pide ir a trabajar al igual que todos los santos reformadores de todos los tiempos. Por supuesto, esto no elimina el peligro. Pero si tenemos la libertad suficiente de actuar, de vivir y crecer, hay que hacerlo. Realmente creo que esto debe hacerse, siempre y cuando tengamos la suficiente protección. »

« (...) creo que la principal preocupación entre nosotros es más bien la cuestión de confianza en las autoridades romanas, temiendo que lo que pueda acontecer sea una trampa. Personalmente, estoy convencido de que no es el caso. »

« Tenemos grandes expectativas para el apostolado tradicional, así como algunas personas importantes en Roma y el mismo Papa. Tenemos grandes esperanzas de que la Tradición se desarrolle con nuestra llegada. »

« Los obispos favorables a la Tradición, los cardenales conservadores van a acercarse. Hay todo un desarrollo a prever, sin conocer los detalles específicos. Y sin duda también habrá dificultades, que es bastante normal. No hay duda de que van a venir a visitarnos, pero para trabajar de forma más precisa, como la celebración de la Misa o la ordenación, esto dependerá de las circunstancias. Así como queremos que la Tradición crezca, esperamos que la Tradición se desarrolle entre los obispos y cardenales. Un día todo será harmoniosamente tradicional (...) »